Oceana, organización internacional dedicada a la protección de los mares, acaba de concluir una expedición de dos meses en el Golfo. © OCEANA/ Carlos Suárez
Fue uno de los peores vertidos de petróleo. Casi cinco millones de barriles de crudo se derramaron en el Golfo de México, frente a las costas de Estados Unidos, tras la explosión en una plataforma el 20 de abril.

Aunque ahora vayamos al Golfo y no veamos una gran mancha, no significa que se hayan acabado los efectos del vertido. Por eso hemos hecho hincapié en los efectos a largo plazo
Enrique Pardo, Oceana
Oceana concluyó en octubre una expedición de dos meses para recabar muestras.
Se utilizó un robot equipado con dos cámaras de alta definición que puede sumergirse hasta los 1.000 metros. Junto a la Universidad de Miami se hizo un trabajo de marcación de tiburones. Y para estudiar hidrocarburos disueltos mezclados con el pláncton, se usó un procedimiento novedoso, "una especie de membranas que capturan todo lo que hay en el plácton y detectan si existe contaminación".
Los científicos de Oceana también recogieron muestras para estudiar lo que llaman la "contaminación crónica" del Golfo, donde hay más de 3.000 plataformas petroleras.LEER MAS,
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