
Agregó que al salir del edificio de la Presidencia, que se encuentra frente a la plaza, la gente corría, se escuchaban gritos y llantos y había gente tirada por todos lados.
Hasta ahora estos ataques de la delincuencia organizada iban dirigidos contra los edificios públicos y apenas causaban daños personales, pero en esta ocasión los atacantes pretendían herir indiscriminadamente a la población.
Las primeras investigaciones indican que él o los agresores se encontraban en la plaza y lanzaron el artefacto en el centro del lugar, ante las decenas de paseantes, para luego huir.
Al lugar se trasladaron policías estatales y federales que acordonaron. Los sanitarios atendieron a los heridos y los trasladaron a diversos hospitales locales.
Destacó que el artefacto explosivo, que sólo dejó una mancha en el suelo, fue arrojado en medio de la gente por un solitario joven de entre 20 y 25 años que posteriormente corrió hacia la calle Hidalgo, para subirse a una camioneta donde lo esperaban hombres armados.
Menos de 24 horas antes, la zona metropolitana de Monterrey había registrado tres ataques con granadas de fragmentación que fueron lanzadas contra el edificio del Poder Judicial de la Federación, donde quedó un guardia herido; contra la prisión estatal del Topo Chico y en las inmediaciones del Consulado de Estados Unidos.
0 comentarios:
Publicar un comentario