Imaginando la tecnología que disfrutaremos en 2040
La tecnología digital ya es un elemento imprescindible de nuestro día a día y las empresas, sea cual sea su industria, tienen que entender la importancia que tiene en su organización para utilizarla a favor del crecimiento del negocio y mantener su relevancia hacia los consumidores.
Pero el crecimiento y el desarrollo de la tecnología digital son tan enormes que es difícil establecer objetivos a largo plazo sin poder conocer lo que va a llegar en los próximos 5, 10 ó 15 años. O lo era, porque Michell Zappa, estratega tecnológico, con Envisioning Technology, ha decidido imaginar lo que será de la tecnología en los próximos 28 años. Y estas son algunas de las novedades que, probablemente, veamos en los próximos años:
2017 – Juguetes inteligentes: en 2017 se espera que la robótica se haya adentrado en el mundo de los juguetes inteligentes, haciendo que los muñecos y objetos puedan aprender a través de sistemas electrónicos integrados. El objetivo sería que, a través del aprendizaje de algoritmos, los juguetes serían más inteligentes cuanto más se utilicen.
2019 – Moneda virtual: la moneda virtual ya es una realidad aclamada por el mundo digital, pero que no llegue a convertirse en una norma real en los entornos digitales hasta 2019 puede señalar que la situación virtual está bastante por delante de los patrones de consumo de los usuarios. Además, la tecnología relacionada con la moneda digital está dando sus primeros pasos y podría convertirse en algo absolutamente distinto dentro de cinco años.
2020 – Economía reputacional: el concepto de la economía basada en la reputación se explora en la novela “Tocando fondo en el reino mágico”, de Cory Doctorow, y consiste en establecer valores monetarios en función de la reputación, algo similar a la moneda social. Es decir, la idea de que la reputación de todos sea pública y visible para todo el mundo.
Pero la predicción de Zappa augura que la reputación en 2030 sea la moneda con la que comerciemos, y esto tiene importantes implicaciones sobre lo que, a día de hoy, consideramos público y privado, o más allá, lo que consideramos profesional y personal. Aunque no parece tan descabellado teniendo en cuenta que la reputación online, de cara a optar a un empleo o a un cliente, ya se ha convertido en una moneda de cambio comercial. En 2030 esta tendencia simplemente habría alcanzado un nuevo nivel.
2030 – Neuroinformática: la neuroinformática está fuertemente ligada a la cantidad masiva de datos, algo que crece de forma exponencial y que, previsiblemente, alcance cotas inimaginables en 2030. En este entorno, la neuroinformática supondría la aplicación más allá de lo social y más cerca de lo científico, en un punto en que la neurociencia influyera sobre la tecnología de la información y creando un paisaje en el que los datos fueran gestionados para entender el cerebro humano
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