El único océano que posiblemente existió en Marte hace millones de años, estaba cubierto de hielo la mayor parte del tiempo, como sucede con el Océano Ártico, según ha informado un grupo de científicos estadounidenses y españoles en un artículo publicado en la revista 'Nature Geoscience'.
Desde el punto de vista geológico, Marte está compuesto de dos “mitades muy diferentes”: llanuras en el hemisferio norte, mientras que montañas y colinas cubren el sur. "Existen conjeturas de que en las primeras etapas del planeta rojo (en la época de Noé, unos 3,8 millones de años atrás), el clima era mucho más caliente y húmedo, y casi todo el océano se extendía en el hemisferio norte", según la publicación.
Sin embargo, algunos datos de las sondas espaciales enviadas a Marte, contradicen estas hipótesis: en el hemisferio “oceánico” fueron encontrados “muy pocos rastros” de minerales de arcilla, filosilicatos que se forman en presencia del agua. Estos minerales fueron encontrados solamente en nueve cráteres del hemisferio norte, y en el hemisferio “continental” en 5.000 puntos diferentes.
El equipo, dirigido por el astrobiólogo Alberto Fairén de la NASA Ames Research Center, llegó a la conclusión de que la falta de filosilicatos, o silicatos hidratados, se puede atribuir a las “extremadas bajas temperaturas” del océano marciano.
Los investigadores construyeron "un modelo climático de Marte en la época de Noé", en el que el sur del planeta está ocupado por un “supercontinente”, y en el norte por el océano. Como mostraron los resultados de los cálculos del modelo climático, la temperatura media en el ecuador y en los trópicos de Marte oscilaba entre los 5 y 10 grados centígrados, es decir, que podía haber agua en estado líquido.
Por otro lado, la diferencia de temperatura entre el ecuador y los polos del planeta rojo sobrepasaba los 20 grados, lo que significa que el agua en los polos la mayor parte del tiempo se encontraba congelada. “Por lo tanto, si (en Marte) en la época de Noé existía un océano, este habría sido un océano congelado, parecido a los mares de las latitudes polares de la Tierra”, indica el artículo.
Esto explica porqué en el fondo del hipotético océano marciano no se han encontrado depósitos de arcilla y partículas sedimentarias de silicio. En la Tierra más del 90% del total de estas rocas llegan a los océanos desde los continentes con el agua de los ríos y por efecto de la erosión. Las únicas regiones terrestres donde no se da el “transporte” de los minerales de arcilla son en las zonas costeras de los glaciares, que impiden el traslado de rocas sedimentarias.
Según los científicos, en los límites del océano marciano también existía una barrera similar, de extensas capas de hielo. “Estos glaciares servían como barreras naturales que impedían el traslado de sedimentos de filosilicatos desde el continente, como ocurre en las regiones polares de la Tierra”, explican los autores del estudio.
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