Tal vez la ciencia necesite aún décadas para entender el rompecabezas de este desorden emocional. Tal vez la ayuda social, profesional y familiar no logre que se haga la luz en el cerebro de una persona con autismo, pero, con seguridad, podemos hacer de la compañía, el afecto y la dedicación, el mejor bálsamo para aliviar su inmensa soledad.
Pero la ciencia, en esta búsqueda de las causas que provocan el autismo, acaba de dar un paso muy importante, al identificar muchos más genes vinculados al trastorno. Aunque hace tiempo que se conoce el origen genético de la enfermedad, hasta ahora sólo se habían identificado 8 ó 9 genes vinculados al desarrollo del autismo. Ahora, gracias a una investigación llevada a cabo con 1.000 pacientes con autismo y 1.300 personas sin el trastorno, eventualmente se podrán identificar hasta 300 genes.
El estudio, ayudará a identificar la parte del cerebro que falla en cada paciente, lo que servirá para el desarrollo de nuevos fármacos que alivien alguno de los síntomas del autismo, mejorando notablemente la calidad de vida de las personas autistas.
Aunque se ha dado un gran paso en la investigación del autismo, no cabe duda de que aún queda mucho camino por recorrer, ya que las verdaderas causas aún no han sido descubiertas. Según la doctora Gina Gómez de la Cuesta, portavoz de la Sociedad Nacional Autísitca en el Reino Unido "Aunque es importante que la investigación continúe, también es crucial que quienes viven con el trastorno tengan acceso a asesoría e información apropiada ya que el apoyo correcto en el momento correcto pueden significar una enorme diferencia en la vida del paciente".
0 comentarios:
Publicar un comentario