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Un cachorro de mamut de casi 40.000 años de edad, hallado por unos cazadores rusos en el Círculo Polar, podría "renacer" gracias a la clonación.
La cría de mamut, a la que llamaron Liuba, se encuentra en el Instituto Zoológico de San Petersburgo de la Academia de Ciencias de Rusia. Los científicos de diversas especialidades de Rusia y otros países, tras examinar sus restos, han iniciado la identificación del gen del animal.
El hallazgo de Liuba impresionó a todo el mundo científico.
“Soy un cazador de mamuts moderno. Durante la búsqueda hay que mantener los ojos y los oído abiertos para averiguar dónde se encuentran. Pero Liuba mantiene misterios que no se han revelado todavía. Por ejemplo, ¿cómo se ha conservado en tan buen estado?”, expresó Bernard Bigues, el experto francés que presentó a Liuba al mundo científico 40.000 años después de su muerte.
“Ahora los académicos de todo el mundo trabajan para responder a esta pregunta. También estudian la posibilidad de clonarla. No para llenar las tierras siberianas de mamuts de nuevo, sino para salvar a los animales actuales que se encuentran en peligro de extinción”, añade el científico.
La pequeña Liuba, que fue hallada en 2007 en la zona de Yamal, en Siberia, tiene una edad geológica de 37.000 años, pesa 50 kilos y es de un tamaño de 90 por 130 centímetros. En comparación con otros bebés mamut descubiertos en el pasado, se ha preservado muy bien a lo largo de 37 milenios: le queda la trompa, los ojos y hasta algunos restos del pelo del cuerpo.
Según los resultados de investigaciones, la mamut murió tras ahogarse en el barro.
El cuerpo de Liuba será asegurado por un millon de euros, según anunció en diciembre del año pasado la compañía de seguros Alfa Strahovanie.
La cría de mamut, a la que llamaron Liuba, se encuentra en el Instituto Zoológico de San Petersburgo de la Academia de Ciencias de Rusia. Los científicos de diversas especialidades de Rusia y otros países, tras examinar sus restos, han iniciado la identificación del gen del animal.
El hallazgo de Liuba impresionó a todo el mundo científico.
“Soy un cazador de mamuts moderno. Durante la búsqueda hay que mantener los ojos y los oído abiertos para averiguar dónde se encuentran. Pero Liuba mantiene misterios que no se han revelado todavía. Por ejemplo, ¿cómo se ha conservado en tan buen estado?”, expresó Bernard Bigues, el experto francés que presentó a Liuba al mundo científico 40.000 años después de su muerte.
“Ahora los académicos de todo el mundo trabajan para responder a esta pregunta. También estudian la posibilidad de clonarla. No para llenar las tierras siberianas de mamuts de nuevo, sino para salvar a los animales actuales que se encuentran en peligro de extinción”, añade el científico.
La pequeña Liuba, que fue hallada en 2007 en la zona de Yamal, en Siberia, tiene una edad geológica de 37.000 años, pesa 50 kilos y es de un tamaño de 90 por 130 centímetros. En comparación con otros bebés mamut descubiertos en el pasado, se ha preservado muy bien a lo largo de 37 milenios: le queda la trompa, los ojos y hasta algunos restos del pelo del cuerpo.
Según los resultados de investigaciones, la mamut murió tras ahogarse en el barro.
El cuerpo de Liuba será asegurado por un millon de euros, según anunció en diciembre del año pasado la compañía de seguros Alfa Strahovanie.
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