El "Supermon", también llamado perigeo lunar, girará alrededor de la Tierra, iluminando el cielo nocturno, tan cerca como no lo ha hecho en los últimos 18 años, solo a 356.577 mil kilómetros de distancia, y algunos expertos vaticinan que cuando esto ocurre se desata la furia de la naturaleza y provoca terremotos, erupciones volcánicas y más desastres naturales. Condiciones climáticas extremas las hemos tenido en los años 1955, 1974, 1992 y 2005, todos ellos coincidentes con la llegada de "Supermoons". El meteorólogo Kohn Kettley es contundente: "La Luna no puede causar un evento geológico, como un terremoto, aunque sí influye en las mareas. Si eso se combina con ciertas condiciones climáticas podrían existir algunos problemas".
Llegan tiempos extraños. El astrólogo Richard Nolle, que dirige el sitio web astropro.com, ha llamado a este próximo evento un "Supermoon Extremo" que podría infligir daños masivos en el planeta. Cuando la luna se convierta en un "Supermoon Extremo, dice Nolle, se producirá el caos: enormes tormentas, terremotos, volcanes y otros desastres naturales. (Cabe señalar, estimado cibernauta, que la astrología no es una ciencia real, sino que simplemente hace extrañas conexiones entre acontecimientos astronómicos y místicos.)
Entonces, lo que ha ocurrido en Japón, ¿que ha sido? ¿un macabro anticipo? ¿Debemos buscar refugios de supervivencia y prepararnos para la llegada de la "Supermoon Extrema"? Los científicos ya llevan décadas estudiando estos escenarios, e incluso en condiciones normales, la luna está lo suficientemente cerca de la Tierra para hacer sentir su presencia: el flujo y el reflujo de las mareas oceánicas. Las fuerzas gravitacionales de la luna pueden incluso causar pequeños pero medibles flujos y reflujos en los continentes, llamados "mareas de la tierra". Las mareas son mayores durante las lunas llena y nueva, cuando el sol y la luna están alineados ya sea en el mismo lado o enfrente de la Tierra.
John Vidale, un sismólogo de la Universidad de Washington en Seattle y Director de la Red Sísmica del Noroeste Pacífico, sostiene: "Tanto la luna como el sol hacen un poco hincapié en la Tierra, y cuando observamos vemos que hay un ligero aumento en la actividad tectónica cuando están alineados." El efecto de las mareas sobre la actividad sísmica es mayor en las zonas de subducción, como el noroeste del Pacífico, donde una placa tectónica se desliza bajo otra. Willian Wilcock, otro sismólogo de la Universidad de Washington, explicó: " Cuando hay una marea baja, hay menos agua, por lo que la presión sobre el fondo del mar es menor y es más fácil que se produzca un deslizamiento de la falla."
Apenas queda una semana, estimado cibernauta, para que se produzca el "Supermoon" o el "Supermoon Extremo", pero lo cierto es que la Tierra está dando serios avisos porque en las últimas semanas se han producido erupciones volcánicas y tormentas solares de inusitada espectacularidad desatando una ola masiva de plasma magnético, para concluir en el terrible terremoto de ayer, señales que parecen acercanos a probables escenarios apocalípticos del 2012 que de producirse darían la razón al Calendario Maya sobre el fín del mundo. ¿O tal vez el planeta se ha cansado del maltrato sufrido a causa de las obras del ser humano contra la naturaleza y está dando los últimos avisos acudiendo a todas las fuerzas planetarias para hacer creíble, de una vez por todas, su implorante demanda? Tal vez.
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