| Mejora. Uno de los anillos desarrollados por científicos mexicanos con apoyo de Conacyt. Foto: Frisa Forjados | |
Una investigación científica realizada por la empresa regiomontana Frisa Forjados y apoyada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) permitió la obtención de un tipo de acero altamente resistente para la fabricación de anillos para turbinas generadoras de electricidad con la fuerza del viento. El desarrollo de este nuevo tipo de acero fue posible gracias a un cambio en el proceso de producción de ese metal.
Originalmente, la empresa mexicana utilizaba gases como nitrógeno y argón en la fabricación del acero, pero después de realizar investigaciones originales descubrió que al inyectar gas natural durante el calentamiento del acero, éste multiplicaba su resistencia y se podía fabricar sin poros.
Fundada en 1971, en Santa Catarina, Nuevo León, muy cerca de Monterrey, Frisa Forjados abrió sus puertas como un pequeño taller de forjado de anillos para la industria local. Desde su inicio de actividades la empresa ha dedicado un porcentaje de sus ingresos a la creación de un centro de investigación propio, en el que se hacen pruebas sobre nuevos materiales y procesos.
La inversión ha variado a lo largo de 40 años, pero sólo en 2008 se realizó una inversión de 20 millones de pesos en la modernización de sus laboratorios de pruebas destructivas y no destructivas, para incrementar la calidad de sus materiales.
A partir de la década de los años 80, cuando se experimentó un auge en el uso del acero en todo el mundo, Frisa Forjados comenzó a invertir en nueva tecnología e investigaciones para desarrollar materiales altamente resistentes. Paulatinamente, sus materiales han ganado la mayoría del mercado de anillos de acero en América Latina.
Uno de los logros más reconocidos de este proceso en el que la empresa decidió apostar por la investigación para competir mejor, fue el desarrollo del acero altamente resistente, que fue coordinado por el doctor Juan Gilberto Rodríguez.
Como miembro del Sistema Nacional de Investigadores, el doctor Rodríguez enfocó sus investigaciones a los cambios en el proceso de producción del acero y, como resultado, se obtuvo un material que ahora se utiliza dentro y fuera de México para la elaboración de anillos de turbinas aerogeneradoras de electricidad. Estos generadores están colocados a 100 o 125 metros de altura, lo que provoca que tengan que soportar cambios bruscos de temperaturas y presiones.
Además de la obtención del material de alta resistencia, el contar con un departamento de investigación permitió a este grupo de forjadores, modificar sus procesos de producción, con ventajas como reducir el peso total de los anillos que fabrican, eliminar el exceso de material y reducir el tiempo de maquinado.
Los anillos que se pueden fabricar con esta tecnología, que ha recibido diferentes apoyos de Conacyt a través del ya extinto programa de estímulos fiscales, llegan a medir desde unos centímetros hasta 1.7 metros de altura y 8 metros de diámetro. Este tipo de anillos de acero pueden llegar a pesar desde unos gramos hasta 25 mil kilos. |
0 comentarios:
Publicar un comentario